
Dentro de la caja de madera, arropado entre paquetes de hielo, se encuentra un pingüino de 60 cm de alto, con sus brillantes patas de color naranja y todo. No es un pingüino de juguete, ni un ave disecada por algún taxidermista, como supone el Sr. Poper en un primer momento, sino un auténtico pingüino, vivito y coleando, que corretea por el piso de Poper mientras emite fuertes graznidos. Ansioso por librarse de esta criatura salvaje, Poper se pone en contacto con todas y cada una de las agencias municipales y estatales imaginables, pero ninguna de ellas está dispuesta a hacerse cargo de un pingüino mascota. Su llamada a la Antártida para intentar enviar el pingüino de vuelta fracasa, y termina provocando la llegada de otros cinco pingüinos a la puerta de Poper.
Mientras comienza a hacer migas, y cada vez más implicado con sus compañeros alados de apartamento, la vida de Poper rápidamente empieza a desmadrarse: su ostentoso apartamento de Nueva York se convierte en un paraíso invernal, el contrato en el que ha estado largo tiempo trabajando descarrila y por poco no termina en la cárcel. Pero, gracias a sus nuevas obligaciones, Poper comienza a comprender la importancia de una familia, humana y no tan humana.
LOS PINGÜINOS DEL SR. POPER, según cuenta Jim Carrey, es una película que “se desmarca de las otras porque no hay nada parecido por ahí ahora mismo. Y tengo que volver a ser yo, un poco loco, divertido y provocador”. Efectivamente, la película supone el regreso de Carrey al estilo de comedia, y personaje cinematográfico, que le catapultaron al estrellato global. Y Carrey no podía sentirse más feliz con ello. “Quería hacer una película que las familias pudieran recordar”, nos explica. “Hay gente que se resiste a trabajar con chicos y animales, por miedo a sentirse superada. Pero a mí me encantar captar la chispa de la inocencia. Y ¿qué mejor que los animales, pingüinos en este caso, y los niños para despertar esa inocencia en nosotros?”.
LOS PINGÜINOS DE MR. POPER está basada en una novela, originalmente publicada en 1938, escrita por el equipo de marido y mujer compuesto por Richard y Florence Atwater. El libro cuenta la historia muy divertida, y a la vez emocionante, la de un humilde pintor de brocha gorda de un pequeño pueblo y su familia que heredan doce pingüinos. Premiada con la Medalla Newbery de 1939, Los pingüinos de Mr. Poper se convirtió en un clásico durante generaciones, y sigue en las estanterías de las escuelas primarias hasta hoy.
Estreno 22 de Julio.
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